lunes, 1 de diciembre de 2008

AMOR AL BIEN COLECTIVO

¿Por qué no querer para los demás el bien que para nosotros queremos? ¿Es que acaso los demás seres humanos no son nuestros hermanos?.
Las hormiguitas y las abejas nos dan un ejemplo practico de lo mucho que se puede hacer cuando se unen voluntades y esfuerzos para lograr un objetivo común.
La colectividad está formada por un conjunto de individuos; luego, el individuo es primero que la colectividad.
Por un egoísmo natural, necesario y bueno, mientras no causa daño a otro semejante, el hombre tiende a satisfacer sus necesidades sin importarle las de los demás, lo mismo que hace el animal, que mientras él no sacia su hambre no deja comer a los otros.
En esta lucha por la subsistencia se va dando cuenta que hay necesidades que exceden a su capacidad y fuerzas; que requiere de concurso y ayuda de otros hombres, con lo que se confirma que la colectividad es más beneficiosa que la individualidad; por eso, con sobrada razón, se ha dicho “que en la unión está la fuerza”, pero debemos cuidar que la fuerza que produzca la unión se encamine a la producción del bien colectivo, porque de lo contrario será una fuerza ciega que no dará buenos frutos.
Esto es explicable: porque si el hombre se percató de que él como individuo era importante para proporcionarse lo que necesitaba para la vida y requirió del concurso de los demás, no puede negarse a que el beneficio que el recibe de esa unión sea igualmente para todos los colectivizados. ¿Y qué mayor satisfacción puede darnos la unión, el saber que todos disfrutamos del mismo bien, de la misma felicidad y de iguales derechos?
Pero No podemos olvidar que el poder y fuerza de esa unión reside en la calidad de los individuos que la integran. Una unión de incapaces no dará buenos frutos; por eso el individuo que compone una colectividad también debe tener la precaución de aprovechar los beneficios de la unión para superarse cada día más, porque así su colectividad también será cada día mejor, pudiendo así proporcionar mayores beneficios y cada vez mejores, lo que nos indica que no debe la colectividad cercenar los derechos del individuo porque es éste quien con su trabajo, esfuerzo y colaboración, produce todos los bienes de que ésta dispone.
El amor al bien colectivo debe en caminarse a sentir como propias las necesidades de los demás y a querer para los demás lo que para nosotros queremos; si nosotros comemos, los demás deben comer también; si nosotros nos vestimos y calzamos, los demás también deben vestirse y calzarse; si nosotros tenemos techo, los demás también deben tener techo; si nosotros disfrutamos de asistencia medica y medicina, los demás deben también recibir asistencia medica y medicinas; si nuestros hijos gozan de educación los hijos de los demás también deben gozar de educación; si nosotros tenemos servicios de agua, luz, teléfono, gas, etc. Los demás también deben tenerlos; y si esto se afianza como un sentimiento común, seguro es que no habrá ni un solo individuo, ni una sola familia, que no disfrutará de todo ese bienestar, porque el pensamiento, el querer, la acción y el trabajo de todos, serán suficientes para proporcionárselos.
Por esta razones todo hombre debe ser un factor importante del bien colectivo; debe sentirlo como propio, defenderlo con todas sus fuerzas y cooperar para que éste sea cada día mayor y para todos sin excepción.

SOCIALISMO EN MARCHA. El Fraternalismo o Revolución por el Amor.
Luis Marín. Director General

AMOR A SI MISMO

Demuestra no tener espíritu de superación quien no se ama a sí mismo; el hombre debe valorizarse y estimarse, porque quien no se ama a sí mismo no puede amar a los demás, por la sencilla razón que nadie puede dar lo que no tiene.
En todos los seres, planetas y cosas existe una ley natural que los obliga a la conservación de sí mismo y hasta en las Constituciones de Estados se consagra la protección integral del individuo, la cual no deja de ser letra muerta, pues, es muy poca o ninguna la protección que los Estados le brindan a los ciudadanos.
En este sentido es necesario, que todo ciudadano haga conciencia y comprenda que su primer deber es conservarse, protegerse, o lo que es igual; amarse a sí mismo, tenerse amor propio, estimarse, valorizarse y no esperar que esto le venga del Estado ni de delos demás.
Naturalmente que el hombre como Parte Integrar del Estado, como contribuyente, como trabajador, como productor, tiene pleno derecho a exigir de los que administran los bienes del pueblo, la protección que en justicia le corresponde. Pero si esta protección le es negada, por amor a sí mismo, debe propiciar la unión con los demás hombres y reclamar y luchar hasta hacer valer sus derechos.
Amarse a sí mismo es higienizarse y alimentarse bien para conservar la salud; es aprender leer y escribir, estudiar y hacerse de una profesión, arte u oficio para ser útil a sí mismo y sus semejantes,; es tener fe y confianza en sí mismo, es combatir el conformismo luchando permanentemente para alcanzar nuevas metas; es vivir aferrado a un plan de superación constante; en fin, es querer ser más de lo que se es.
Los fraternalistas sabemos que muchos objetaran que todo esto lo quieren pero que no lo pueden lograr porque la sociedad, el sistema y los malos gobiernos que han habido no se los han permitido.
Respondemos: No lo pueden lograr porque no se aman a sí mismo, si se aman a sí mismo amarían a los demás y al amar a los demás, la unión para la protesta sería el querer de todos, y el querer de todos, engendraría una fuerza irresistible, capaz de destruir sistemas, transformar sociedades y de establecer gobiernos justos y progresistas que solo persigan la protección del hombre y la felicidad y bienestar del pueblo.
El amor a sí mismo o amor propio debe estar regulado por la razón, el raciocinio, a fin de no caer en los extremos ridículos y enfermizos del narcisismo y de creerse uno de lo que no es, llenándose de vanidad, pedantería, orgullo fatuo, jactancia e imbecilidad, ya que todo ello es negación del verdadero amor a sí mismo.
El que se ama a sí mismo no se deja arrastrar por vicios ni pasiones, ni recurre a las drogas como medio de olvidar pesares, de escapar de la realidad o para vivir en todo su dramatismo e intensidad todos sus problemas que los aquejan, ni como instrumento de inspiración o protesta, porque es contrario el amor así mismo, pues debe darse cuenta que con las drogas fuere cual fuere, se esta autodestruyendo, esta cavando su propia fosa, se está degenerando y eso a la sociedad le importa muy poco.
Al hombre le debe bastar su propia voluntad manejarla razonablemente para afrontar todos los problemas en forma consciente y de esa manera buscarle a cada uno la solución que más convenga, sin dejarse arrastrar a caminos tortuosos que ponga en peligro su propia existencia, pues quien se ama a sí mismo jamás llega al suicidio, por grave que sea la situación en que se encuentre, porque sabe que su primer deber es conservar la vida.
Concretando diremos, que AMARSE A SI MISMO, tener amor propio, es hacer todo que no perjudique, que no cause daño al individuo, física, social ni moramente.
Terminamos diciendo que amarse a sí mismo es el primer deber del Hombre, porque quien no se ama a sí mismo no puede amar a los demás.

EL SER HUMANO VALE MAS QUE TOOS LOS TESOROS DEL MUNDO.

SOCIALISMO EN MARCHA, el Fraternalismo o Revolucionarios por el Amor.


Luis Marín.
Director General

domingo, 30 de noviembre de 2008

TODAS LAS MANOS A LA SIEMBRA

LOS DIEZ PERRITOS

Yo tenía diez perritos
uno no come ni bebe,
no me quedan más que nueve,
no me quedan más que nueve.

De los nueve que me quedan
uno se comió un bizcocho,
no me quedan más que ocho,
no me quedan más que ocho.

De los ocho que me quedan
uno se marchó a Albacete,
no me quedan más que siete,
no me quedan más que siete.

De los siete que me quedan
uno se lo llevó el Rey,
no me quedan más que seis,
no me quedan más que seis.

De los seis que me quedaban
uno fue y pegó un brinco,
no me quedan más que cinco,
no me quedan más que cinco.

De los cinco que me quedan
uno se me fue al teatro,
no me quedan más que cuatro,
no me quedan más que cuatro.

De los cuatro que me quedan
uno se volvió al revés,
no me quedan más que tres,
no me quedan más que tres.

De los perros que me quedan
uno se fue a Badajoz,
no me quedan más que dos,
no me quedan más que dos.

De los dos que me quedaban
uno se lo llevo Bruno,
no me queda más que uno,
no me queda más que uno.

Y el perro que me quedaba
se ha escapado por un cerro,
no me queda ningún perro,
no me queda ningún perro.

y la perra que me queda
me ha cogido un constipado,
este cuento se ha acabado,
este cuento se ha acabado.

EL PICAPEDRERO

Había una vez, hace muchos, muchos años un reino muy bonito donde la gente era muy feliz.
Los Reyes vivían en un castillo de piedra muy grande que estaba junto a un bosque de olmos y a un lago de tranquilas aguas azules dónde se podía pescar y pasear en barca. Al oeste había una gran montaña.
La hija de los Reyes se llamaba Teresa y era la Princesa de este cuento.
La Princesa Teresa salía todos los días a dar un paseo por los alrededores del castillo. Un día conoció a un picapedrero llamado Pedro que trabajaba en la cantera que estaba en la falda de la montaña.
Teresa y Pedro se enamoraron, se prometieron amor eterno y decidieron casarse.
Pero cuando el Rey se enteró que su hija quería con Pedro se enfadó muchísimo y le dijo a la Princesa:
- ¡Mi hija no puede casarse con un simple picapedrero! Una princesa como tú debería casarse con alguien muy poderoso, ¡con la persona más poderosa de la Tierra!.Entonces el rey mandó llamar a todos los sabios de su reino y les pidió que estudiaran quién era el más poderoso del Mundo. Los sabios se encerraron en una habitación del castillo durante siete días y siete noches y pensaron y pensaron hasta que descubrieron quién era la persona más poderosa del Universo.- Majestad, le dijo el sabio más anciano al Rey, el Consejo de sabios se ha reunido durante siete días y siete noches y ha llegado a la conclusión que el más poderoso del Universo es el Sol, porque con sus rayos nos da luz y calienta toda la tierra para que podamos vivir.
Dijo el rey:

- Tenéis razón parece que el Sol es el ser más poderoso. Y ordenó con voz potente:
- ¡Que venga el Sol!
Mandaron llamar al Sol y el rey le dijo: - Sol, te he mandado llamar porque me han dicho que tú eres la persona más poderosa de la Tierra y quiero que te cases con mi hija la Princesa Teresa. Entonces el Sol contestó:
- Majestad muchas gracias por tu ofrecimiento, sería para mí un honor casarme con tu hija, pero hay alguien que es más poderoso que yo.
Y dijo el Rey:- ¿Quién es más poderoso que el Sol?
- La Nube, contestó el Sol, porque cuando se pone delante no deja pasar mis rayos.
Entonces dijo el Rey:- ¡Que venga la Nube!
Cuando llegó la Nube el Rey le dijo: - Nube, te he mandado llamar porque me han dicho que tú eres la persona más poderosa de la Tierra y quiero que te cases con mi hija la Princesa Teresa.
Y la Nube le contestó:- Majestad muchas gracias por tu ofrecimiento, sería para mí un honor casarme con la Princesa, pero hay alguien que es más poderoso que yo.Y dijo el Rey:

- ¿Quién es más poderoso que la Nube?

- El Viento, contestó la Nube, porque cuando se pone a soplar me mueve con facilidad de un sitio para otro.
Entonces dijo el Rey: - ¡Que venga el Viento! Cuando llegó el Viento el Rey le dijo: - Viento, te he mandado llamar porque me han dicho que tú eres la persona más poderosa de la Tierra y quiero que te cases con mi hija la Princesa Teresa.
Y el Viento le contestó:

- Majestad muchas gracias por tu ofrecimiento, sería para mí un honor casarme con tu hija, pero hay alguien que es más poderoso que yo.

Y dijo el Rey: ¿Quién es más poderoso que el Viento?

- La Montaña, contestó el Viento, porque aunque sople con todas mis fuerzas no puedo mover ni un centímetro a la poderosa Montaña. Entonces dijo el Rey: - ¡Que venga la Montaña!
Pero la Montaña no podía moverse, así que el Rey tuvo que ir a la Montaña. Y le dijo el Rey: - Montaña, he venido hasta aquí porque me han dicho que tú eres la persona más poderosa de la Tierra y quiero que te cases con mi hija la Princesa Teresa.
Y la Montaña le contestó: - Majestad muchas gracias por tu ofrecimiento, sería para mí un honor casarme con tu hija pero hay alguien que es más poderoso que yo.
Y dijo el Rey: - ¿Quién puede ser más poderoso que la Montaña?
- ¡El picapedrero!, contestó la Montaña, porque todos los días me arranca un trocito de mi cuerpo para hacer piedras.
Entonces el Rey comprendió que todas las personas, aunque parezcan seres insignificantes, son importantes y permitió a su hija que se casara con el picapedrero Pedro. Y fueron felices y comieron perdices. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

CRECIENDO UN POCO CADA DÍA

Historias para Pensar

Imposible atravesar la vida ...
sin que un trabajo salga mal hecho,
sin que una amistad cause decepción,
sin padecer algún quebranto de salud,
sin que nadie de la familia fallezca,
sin que un amor nos abandone...
sin equivocarse en un negocio.

Ese es el costo de vivir.

Sin embargo
lo importante no es lo que
suceda, sino como reaccionamos nosotros...
Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes,
vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
Uno crece cuando no hay vacío de esperanza,
ni debilitamiento de voluntad,
ni pérdida de fe.

Uno crece
al aceptar la realidad
y al tener el aplomo de vivirla.
Crece cuando acepta su destino,
y tiene voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece asimilando y aprendiendo de lo que deja detrás...
construyendo y proyectando lo que tiene por delante.
Crece cuando se supera, se valora, y da frutos.
Cuando abre camino dejando huellas,
asimilando experiencias...
¡Y siembra raíces!

Uno crece cuando se impone metas,
sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios,
cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes...
cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación,
sensible por temperamento... ¡Y humano por nacimiento!..
Cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas,
recoge flores aunque tengan espinas
y marca camino aunque se
levante el polvo.

Uno crece ayudando a sus
semejantes, conociéndose a sí mismo
y dándole a la vida más de lo que recibe....
Uno crece cuando se planta para no retroceder... cuando
se defiende como águila para no dejar de volar...
Cuando se clava como ancla en el mar
y se ilumina como estrella.

Entonces... Uno Crece

Anónimo

EL ESCONDITE

De por qué el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña
Historias románticas y Textos de Humor


Una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades de los hombres. EL ABURRIMIENTO bostezaba, como siempre, cuando LA LOCURA les propuso: - ¡Vamos a jugar al escondite!
LA INTRIGA levantó la ceja, intrigada, mientras LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntaba: ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso? - Es un juego -explicó LA LOCURA-, Yo me tapo la cara y comienzo a contar, desde uno hasta un millón. Ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego. EL ENTUSIASMO bailó, secundado por LA EUFORIA. LA ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e incluso a LA APATÍA, a quien nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. LA VERDAD prefirió no esconderse. Para qué?, si al final siempre la hallaban. LA SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya). LA COBARDÍA prefirió no arriesgarse.
- Uno, dos, tres... -comenzó a contar LA LOCURA- La primera en esconderse fue LA PEREZA que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino.

LA FE subió al cielo. LA ENVIDIA se escondió tras la sombra DEL TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ¿Que si un lago cristalino? Ideal para LA BELLEZA, pensaba. ¿Que si la hendija de un árbol? Perfecto para LA TIMIDEZ. ¿Que si el vuelo de la mariposa? Lo mejor para LA VOLUPTUOSIDAD. ¿Que si una ráfaga de viento? Magnífico para LA LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. EL EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él. LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris). LA PASIÓN y EL DESEO se fueron juntos al centro de los volcanes. EL OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es lo importante. Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal. Enternecido, decidió esconderse entre sus rosas.
- ¡Un millón! - gritó LA LOCURA- y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue LA PEREZA, a solo tres pasos de la piedra más cercana. Después escuchó a LA FE, en el cielo, discutiendo con Dios sobre teología. A LA PASIÓN y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a LA ENVIDIA, y así pudo deducir dónde estaba EL TRIUNFO. AL EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo, el solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar, LA LOCURA sintió sed; al acercarse al lago descubrió a LA BELLEZA. Con LA DUDA resultó más fácil todavía: la encontró sentada sobre una cerca, sin decidir aún de que lado esconderse. Así fue encontrando a todos, AL TALENTO entre la hierba fresca; a LA ANGUSTIA en una oscura cueva; a LA MENTIRA detrás del arco iris (mentira, estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO... que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite. Pero EL AMOR no aparecía por ningún sitio.

LA LOCURA buscó desesperada, detrás de cada árbol bajo, en el fondo de las lagunas, debajo de las piedras, en la cima de las montañas. Se volvió loca buscando. Cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal. Sonriendo, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas. De pronto se escuchó un doloroso grito. ¡Las espinas habían herido en los ojos AL AMOR! LA LOCURA no sabía que hacer para disculparse. Lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite, EL AMOR es ciego, y.................. LA LOCURA siempre lo acompaña.