domingo, 11 de enero de 2009

Un Padrenuestro Latinoamericano

Padre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
cómo se llega al sur de Río Grande
Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver las uñas
sucias de la miseria
en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo
cuando hablaste del rico
la aguja y el camello
y te votamos todos
por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía
a pensar hágase tu voluntad
sin embargo una vez cada tanto
tu voluntad se mezcla con la mía
la domina
la enciende
la duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omniprescencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre
estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora
pero quién sabe
no voy a decidir
que tu poder se haga o se deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve
en el pájaro que fecunda a la pájara
en los cancilleres que murmullan yes sir
en cada mano que se convierte en puño
claro no estoy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse
lo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día
ayer nos lo quitaste
dánosle hoy
o al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algo
sino el de miga y cáscara
el pan nuestro
ya que nos queda pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos
a más tardar mañana
saldremos a cobrar a los fallutos
tangibles y sonrientes forajidos
a los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se enjugan
la última escupida que cuelga de su rostro
poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros
una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores
todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta
no nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y su amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.

Mario Benedetti

CANTO A LA PAZ DEL MUNDO

Donde habita el odio con su mar enardecido
y sus oídos orgullosos alguna vez habitó el amor
con sus espigas acompañadas aún del viento
postulando minúsculas ternuras
designios de sencillez
bajo un centinela azul embriagado de grandezas.

Esferas luminosas llenas de cascabeles
anunciaban el asedio de la luz
el mundo se vestía de claveles
la virilidad del Sol era un clarín a mediodía
relumbrante fuego en la tierra corpulenta
ensueños de ríos
donde navegaba el otoño recién-parido de hojas
sirena de besos en la jaula dulce del arcoiris
donde un millar de amapolas rojas
excitaban la proeza de los bosques
en la partida inútil de los pájaros.

El odio llegó luego sin equivocarse de camino
recibió su bautizo en las cavernas
Adán buscaba la palabra
y el mundo era la paz de las raíces.

Inasible la rosa del sueño porque el sueño era la vida.
Era lenta la procesión de la muerte.
Mudo está el mar
y ya no despide al viento con sus olas imprecisas
en alguna parte están interceptando la esperanza
impaciente recurso
que se gesta en los abiertos ojos de la noche
en cuya hondura infinita
descansa la grandeza del recuerdo.

Sobre la emoción de mi pecho
se agita un velero de pasiones
confidencias de luz en el agotamiento de la jornada
latidos profundos en los abismos de la derrota
gaviotas errantes hospedadas en un cielo
distante de palmas y navíos.

Es necesario huir de la curva inmensa del olvido
retornar al mar
que agoniza con una emanación de espumas marchitas.
Demasiado puntual es la guerra
y la pesadumbre del odio
demasiado peso asfixia el viejo corazón de los héroes de bronce
que a fin de cuentas
no han compartido con nadie sus espionajes de glorias.

La paz es un naufragio de raíces
sobre el vigilado remolino de los mares.
Una dádiva de Dios
que recorre arrogante las manos del mundo
que no se detiene
que alguna vez se deja caer en el inútil amanecer de los cantos
donde se inventan las cabezas erguidas
los cerrojos
las fronteras
los orgullos nacionales
los llantos
la urgente fuerza del odio
irremediable instinto
que no nos libra del idioma adolorido de la muerte.

La paz es un espectro de la luz
que consume nuestros sueños.

Tony Raful

CANTO A LA PAZ

Quiero caminos abiertos y avenidas alargadas
y quiero un campo infinito.
Quiero horizontes rasgados por donde llegue la paz
y donde nacen los lirios.
Quiero un bando de palomas
que la proclamen a gritos
y que, con mansos arrullos,
la propaguen como un abanico.
Quiero blancuras de nieve,
quiero sonrisas de niños,
quiero que el mundo se manche
de pétalos y de ritos
y que la guerra se entierre
para siempre en el olvido.
Paz y amor es el clamor estruendoso
que puebla nuestros caminos.
Paz y amor quiero cantar
por los siglos de los siglos.

Zacarías Palacios

¡PAREN ESA GUERRA POR FAVOR!



Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños
Chacales que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!
Frente a vosotros he visto la sangre
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!
Generales traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.
Preguntaréis por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?
Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!

Pablo Neruda

¡POR FAVOR PAREN LA GUERRA YA!


Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños
Chacales que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!
Frente a vosotros he visto la sangre
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!
Generales traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.
Preguntaréis por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?
Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!

Pablo Neruda