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domingo, 11 de enero de 2009

CANTO A LA PAZ

Quiero caminos abiertos y avenidas alargadas
y quiero un campo infinito.
Quiero horizontes rasgados por donde llegue la paz
y donde nacen los lirios.
Quiero un bando de palomas
que la proclamen a gritos
y que, con mansos arrullos,
la propaguen como un abanico.
Quiero blancuras de nieve,
quiero sonrisas de niños,
quiero que el mundo se manche
de pétalos y de ritos
y que la guerra se entierre
para siempre en el olvido.
Paz y amor es el clamor estruendoso
que puebla nuestros caminos.
Paz y amor quiero cantar
por los siglos de los siglos.

Zacarías Palacios

sábado, 13 de octubre de 2007

MAÑANA NO PREGUNTES DÓNDE MIRAR

Mañana no preguntes dónde mirar. Después de todo, lo estás decidiendo solo. No habrá nuevos horizontes. Sólo humo por la noche y los hedores. Ya no habitará brisa útil en tu alma. Ni rincones donde puedan asomarse un pensamiento ni un dios puro. Las puertas de las casas permanecerán cerradas y en eterno duelo mientras la esperanza huye con los oligarcas y abra paso a la incertidumbre de un mañana diferente. Hoy la iglesia está cerrada. Los sacerdotes manifiestan contra el gobierno. Mañana dirán su misa como siempre y arrodillados, con grandes golpes de pecho, nos invitarán a rezar por las almas, los difuntos y la paz que ellos mismos irrumpieron. No llames. No pidas te respondan. Todos han salido como sombras. Mañana sólo habitará odio abortado en la basura, los festines acabados, hospitales y colegios, plazas, parques y calles transitadas tantas veces tomada de tu mano enamorada. Cada día regresa el enemigo con cauchos nuevos, gasolina, panfletos y encendedores caros. Llegan en lujosos autos, orgullosos con sus ropas nuevas y sus perfumes importados. Sobre sus cabezas, una bandera diferente a la nuestra. Sus manos van y vienen ahítas de sangre. Tras la paz y los recuerdos son muy pocos los que van. Casi puedo contarlos. Mis ojos sólo miran lo que muestra la pantalla. Más allá, otros hombres y mujeres hoy protestan por la paz robada desde la oscuridad de la noche. Luego, se regocijaban en ella y la enviaron a la hoguera. Abrieron los brazos a una lucha sin sentido. Estaban preñados de mentiras y con mentiras preñaron las mentiras de los otros. Ya no llames a las puertas de mi barrio. Anarquía lo ha barrido con sus lenguas ensangrentadas, nauseabundas repletas de pólvora. Deambularán luego las sombras por las calles para cumplir mandato de otros. La orden llegó como todas las cosas: del Norte en otro idioma, en pájaros de alto vuelo, donde viajan sus decretos. Hoy levantas tus manos contra el orden y mañana, te detienes. Porque si me preguntas te diré que ninguna mujer pudo hacerlo mejor que estas cursis señoritas putas llamadas medios.