viernes, 11 de enero de 2008

15 ENERO - DÍA DEL MAESTRO

La fecha de celebración del Día del Maestro tiene su origen en el 15 de enero de 1932, cuando se llevé a efecto en Caracas, la fundación de la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria, cuya finalidad era la de luchar por la dignificación y por los derechos de nuestros educadores. Cuatro años más tarde en 1936, dicho organismo convoca la Primera Convención Nacional del Magisterio y de esta Asamblea surgió la Federación Venezolana de Maestros. Los componentes de la Asociación llegaron luego al acuerdo de que fuera instituido oficialmente el Día del Maestro.
Imposición de la Condecoración de la "Orden 27 de Junio: El 27 de Junio se conmemora la firma del Decreto de Instrucción Primaria Pública y Obligatoria durante la presidencia de Antonio Guzmán Blanco (1870). Maestros destacados en la historia del país: Simón Rodríguez, Andrés Bello, Juan Vicente González, Cecilio Acosta, Miguel, José Sanz, Prieto Figueroa Luís Beltrán, Briceño Iragorry, Mario.
El 15 de enero de 1932, en la sede del antiguo «Colegio Vargas», ubicado entonces en la esquina de Cují, se fundó la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria, que cuatro años más tarde se convirtió en la Federación Venezolana de Maestros. El Presidente Medina Angarita decretó el 13 de enero de 1945 la celebración del Día del Maestro el 15 de enero de cada año, como un homenaje permanente a los educadores venezolanos. Esta celebración se trasladó en 1952 al 29 de noviembre, natalicio de Andrés Bello, por su condición de maestro del Libertador.
A partir de 1959 se vuelve a la fecha fijada por Medina, la del 15 de enero. La idea inicial había surgido en el seno de la Primera Convención del Magisterio, celebrada en Caracas entre el 25 de agosto y el 5 de septiembre de 1936. Esta Asamblea soberana creó la Federación Venezolana de Maestros, cuyo primer Presidente fue Luís Beltrán Prieto Figueroa.
Tomado de: tareasonline.com.ve

FELICIDADES A TODOS LOS MAESTROS EN SU DÍA

martes, 8 de enero de 2008

Caso Yumare. "La Disip nos quería fusilar"


Por: Panorama Digital
Fecha de publicación: 11/03/07
Credito: aporrea.org


El gobierno de Octavio Lepage aseguró que las nueve personas en Yumare habían enfrentado a las comisiones de la Dirección de Servicios de Inteligencia y Protección (Disip).

“Yo subí a Yumare, en el primer grupo junto con seis compañeros más, el lunes 5 de mayo. El martes subió otro grupo y el miércoles iba a llegar el grueso de las personas.

Estábamos en las inmediaciones del sector La Vaca, del estado Yaracuy.

El motivo de la reunión era simple. Era una asamblea nacional donde todos los miembros del grupo íbamos a bautizar el movimiento, que se iba a llamar Movimiento 5 de Julio, Movimiento Bolivariano.

Nuestro grupo sólo quería recoger el ideal bolivariano.

Entre los que me acompañaban estaban Jhony Ríos; Edmundo Rojas, hermano de Dilia, y Ermundo Romero, que también era hermano de Simón Romero. Todos sobrevivimos al ataque.

Ese mismo miércoles a las 7:00 de las noche Alirio Rebanales, a quien le decíamos ‘Enrique’, nos dijo que las cinco personas que estaban conmigo nos quedaríamos cerca de la zona donde se haría la reunión. Mientras que el resto de los muchachos (las hoy víctimas) esperarían en la carretera a los demás que llegarían de Caracas y Valencia, como a la 1:00 de la madrugada.

Enrique junto con Alirio Rebanales, su hermano; Bergenis Beraciarte y Antonio Rojas estaban de infiltrados.

Ellos llegaron a formar parte de nosotros en el año 1984 cuando el compañero Ronald Morao (una de las víctimas) se consigue en el estado Sucre con Nolberto, quien venía de Bandera Roja, allí empezaron a conversar qué estaba haciendo cada uno.

Morao le dice a Rebanales que estaba unido a un grupo que quería rescatar el pensamiento de Bolívar y el tipo se mostró interesado.

Durante un año Enrique estuvo con nosotros, pero lo que desconocíamos era que él en el año 79 lo agarró preso la Disip (Dirección de Servicios de Inteligencia y Protección) con los otros tres.

Ellos pasan a trabajar a ese organismos, pero de forma encubierta, y seguían militando en Bandera Roja, pero nadie sabía que colaboraban para la Disip.

Estuvieron dos años infiltrados conociendo a todos. Eran los encargados de conseguir los sitios de reunión y la logística.

Reunión

Ellos mismos se encargaron de separarnos. A las 10:30 de la noche del miércoles 7 de mayo, los muchachos se fueron para la carretera, prácticamente, se los entregaron para que los mataran.

Nosotros calculamos que a ellos los agarran detenidos, entre 11:00 y 12:00 de la medianoche.

Se los llevan para un sitio distante porque, mientras nosotros estuvimos cerca de donde nos íbamos a reunir, no escuchamos disparos y mucho menos gritos.

Suponemos que a un caserío que está como a dos kilómetros de Yumare.

Esa noche yo dormí en el suelo y algunos de mis amigos en chinchorros. En la zona habían disip porque, aproximadamente a las 10:00 de la noche, sentí un camión que subía. En ese momento le pregunté a Nolberto: ‘de quién es ese camión’ y él me respondió: ‘Ese es un camión ganadero, no ve que está en una zona ganadera’.

Con el tiempo nos enteramos que era un camión, tipo cava, que iba subiendo los comandos de la Disip que iban masacrarnos.

Nolberto nos pidió que nos quedáramos en el lugar, a 100 metros de donde nos reuniríamos, que él vendría a buscarnos en la madrugada. A las 5:45 empezó una balacera, era el show del, supuesto, enfrentamiento justo donde estábamos nosotros.

Cuando ellos (funcionarios de la Disip) simularon el enfrentamiento ya los muchachos estaban muertos, es decir, que los colocaron allí.

Incluso, los médicos que recibieron los cuerpos en la morgue del hospital, luego que pasó todo, nos dijeron que los habían obligado a firmar el acta de defunción, donde decía que la hora de muerte era, supuestamente, las 6:00 de la mañana; sin embargo ellos creían que los muchachos habían muerto tres horas antes (3:00 de la madrugada).

Tiroteo

Empezó amanecer y nos comenzamos a preocuparnos porque Nolberto no regresaba. De repente, la balacera. Nosotros sentíamos las balas que nos pasaban por encima de la cabeza. Nos tiramos en el suelo, ese tiroteo duró no más de tres minutos.

Después dejaron de dispararnos. Estábamos desorientados nos preguntábamos, nosotros mismos, qué estaba pasando, quién estaba disparando y por qué.

Pero, en esos días, cualquier persona que era de izquierda se le perseguía.

Pasaron unos segundos, y se escuchó como por un megáfono: ‘Atención los que están allá arriba ríndanse porque los vamos a matar’.

Los seis nunca pensamos en rendirnos, a pesar que no teníamos nada pendiente con la ley.

Decidimos correr hacia una quebrada y subir a un montaña. Todo pasó muy rápido, y una segunda ráfaga de disparos se escuchó nuevamente.

Nos lanzaron granadas y nos repetían ‘ríndanse, los que están allá arriba, son 24 sabemos quiénes son’.

Seguimos subiendo y sentimos a gente corriendo detrás de nosotros, corrimos mucho, por más de tres horas seguidas.

Estuvimos metidos en la montaña desde el 8 de mayo hasta el 23 de mayo, es decir, 15 días. En esos momentos, no pudimos dormir porque la plaga no nos dejaba.

Tomábamos agua y conseguíamos guayaba, o cualquier otra fruta, la picábamos y nos tocaba un pedacito para cada uno.

Gracias a Dios ninguno estaba herido, sólo que por la plaga nos rascábamos y nos salían llagas.

Cuando empezó el tiroteo nosotros decidimos correr a la montaña porque creíamos que los otros compañeros con la balacera también estarían allá.

Ayuda

Luego de estar ocho días montaña adentro nos dimos cuenta que estábamos caminando en círculo, porque reconocimos una parte del río.

Después de eso decidimos caminar río abajo y llegamos a un caserío donde un campesino nos dijo que andaban funcionarios de la Disip y el Ejército por la zona.

Muy amablemente el señor nos ofreció una ropa, pero no nos dejó quedarnos en su casa, y nos dijo que caminando por el río llegaríamos al pueblo Carabobo.

Tuvimos varios días caminando y llegamos al lugar, allí nadie nos quiso ayudar, sólo nos manifestaron que cruzando el valle de la montaña encontraríamos la carretera.

Pasamos tres días más caminado los cinco porque uno de nosotros se quedó en casa de un familiar en el caserío.

Cuando nos enteramos que estaban muertos fue muy doloroso, pero peor fue cuando los familiares nos contaron el estado en el que estaban los cadáveres.

Dilia tenía los senos macheteados. Según cuenta su familia, a ella la agarraron dos días antes porque la vieron en San Felipe montada en una camioneta blanca, con las manos hacia atrás como si tuviera esposada.

La Disip, en la primera declaración que dio a la prensa, dijo que había 15 muertos porque los otros seis éramos nosotros. Nos querían fusilar y simular con nosotros el enfrentamiento que nunca hubo.

Gracias a Dios se le truncó su plan porque de lo contrario estuviéramos más muertos”, narró Luis Machado, uno de los seis sobrevivientes de la Masacre de Yumare, ocurrida el 8 de mayo de 1986 y donde perdieron la vida nueve personas.

Sobre la masacre de Cantaura

Sobre la masacre de Cantaura
Germán Morillo Villasmil* / Soberania.org - 03/10/06


Son muchos los cómplices y responsables de la Masacre de Cantaura

Esa nefasta mañana de aquel 4 de octubre muchos de los jóvenes en aquel campo oriental cayeron, unos muertos y masacrados por las bombas derramadas por los broncos de fuerza aérea, y los que aún quedaron con vida fueron rematados, ajusticiados en una inhumana cacería ejecutada por la Disip; como brutal y criminal saldo quedaron los cadáveres de 23 jóvenes caídos bajo la represión del gobierno “Social Cristiano” de Luís Herrera Campins, ese que aún se sigue dando golpes de pecho en las misas domingueras de las urbanizaciones burguesas de Caracas y el mismo que levantó un monumento dizque a la paz, en una colina trujillana.

No debemos, ni podemos olvidar que hoy, cuando se cumplen 24 años de la cruel masacre de Cantaura, sus mismo correligionarios de Bandera Roja forman parte de una ensalada agria y maloliente de políticos corrompidos, donde se confunden con la derecha más rancia criolla, a la que los medios de comunicación entreguistas llaman “Coordinadora Democrática”, organización esta en la cual -como irónica aberración de la historia-, también forma parte destacada el partido del Presidente que ordenó la Masacre de Cantaura.

¿Cómo podemos ahora interpretar esta nueva comunión de ideas de Bandera Roja con los mismos que asesinaron a los jóvenes estudiantes en Cantaura? Sería muy interesante averiguar si este pacto es algo nuevo, ¿o arranca desde aquel 4 de octubre de 1.982? Porque tampoco es nuevo lo que presume el conglomerado conciente y de auténticos revolucionarios desde entonces, solo que el silencio se ha hecho cómplice y esa verdad de la traición delatora por parte de los cabecillas de Bandera Roja, está por averiguarse, y esta debe ser la oportunidad mas propicia para delatar tal complicidad como traición a la revolución que hoy renace, que no es otra, sino la misma que aquellos jóvenes un desgraciado día caídos en las soleadas tierras de Cantaura andaban buscando robustecer.

Y al concluir este pequeño relato, se me hace obligante recordar lo dicho por el Camarada y hoy Vice Presidente José Vicente Rangel en acto de homenaje a los caídos en Cantaura el año 2.003 en Caracas y al hacer referencia a Bandera Roja, dijo: “Y seguro que no estarían con la actual Bandera Roja, jamás estarían al lado de A.D y de COPEI (porque fue el gobierno de COPEI el que los masacró), jamás estarían al lado de Fedecamaras, ni de la CTV, jamás estarían al lado del imperio norteamericano. El partido Bandera Roja traicionó a la esperanza y a la ilusión de ese grupo de jóvenes estudiantes ese día tenebroso para la juventud venezolana”.

Yo me permito agregar a lo dicho por el Vice Presidente, que los falsos seudo líderes de papel de Bandera Roja, no solamente traicionaron a los jóvenes masacrados vilmente en Cantaura, sino que también traicionaron a toda la juventud venezolana al tener que presumirse por obligante mandato revolucionario, que ellos fueron los delatores de los jóvenes de Cantaura. Qué bonito y enaltecedor fuera, que ahora también hubiera la posibilidad de levantar, no un monumento costoso, desporproporcionado y sin gracia como el levantado por Luis Herrera en Trujillo, sino algo humilde, pero digno de los mártires de Cantaura, que también son los mártires de toda Venezuela como lo fueron también los de Yumare, los del Amparo y tantos mas caídos en la larga lucha.





[*] Germán Morillo Villasmil

La nueva ética socialista (Parte I)

Por: Juan Martorano(*)
Fecha de publicación: 03/01/07


Según Hugo Chávez la ética socialista será la nueva línea estratégica del Gobierno Revolucionario en la etapa que ya se inició.

Hugo Chávez ha manifestado en varias oportunidades que es solo a través de esta revolución y de manera personal también lo creo, que se puede reactivar un pueblo, sus valores, sus raíces y su esperanza. Estamos reviviendo, estamos resucitando a la Patria buena, bonita y grande que alguna vez soñaron nuestros libertadores.

Esta línea debe bañarnos a todos como la luz. La etica socialista, la etica social hace mucha falta en nuestro país.

Debemos hacer un esfuerzo supremo por revisarnos todos por dentro y dar una intensa batalla etica dentro de nosotros mismos, de cada ser humano, de cada colectivo.

Todos los que aspiramos a definirnos como socialistas debemos sentirnos unidos no sólo por una misma concepción política y social, sino también por una común actitud moral ante la vida y ante la acción política. El Socialismo no es solo una clara definición política, no es sólo la lucha por la socialización de los medios de producción y de cambio, la justicia en libertad, la riqueza al servicio de la colectividad y administrada democráticamente. Es una actitud del espíritu, es un modo, es un estado de vida y de acción, una moral recia, una conducta austera, que por ser de los que constituyen el Partido, es de Partido mismo, y por ser de Partido tiene que ser de todos los que lo integran.

Aportar al ideal socialista, a sus metódos de interpretación de los hechos históricos parte, en primer lugar, de un análisis de los hechos y de una respuesta de la razón y de la sensibilidad ante los mismos.

Ernesto "Ché" Guevara escribió como consejo esencial a sus hijos: "Sobre todo sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo, porque esa es la primera virtud de un revolucionario".

Cardoso destacaba que el primer impulso hacia el Socialismo es la protesta, es la sagrada indignación contra las injusticias de la explotación capitalista.

Pero el abrazar un ideal que se propone la consolidación de un movimiento en defensa y por la elevación del pueblo trabajador, de los más desposeídos y excluidos. De los heridos por la adversidad, al predicar la abolición de las clases sociales buscando para ello, que los medios de producción y los adelantos científicos y tecnológicos estén al servicio de la sociedad y no de pocos, el método y la doctrina de los socialistas apunta al hombre nuevo.

La fidelidad a ese ideal se demuestra y tratando de perfeccionar la conducta, la actitud indeclinable de lucha solidaria, nuevas condciones económicas, sociales y politicas, contribuirán a promover esa nueva conciencia. El cambio espiritual capaz de consolidar la revolución que anhelamos: la de un socialismo que no puede concretarse sin libertad y de un hombre libre que solo puede realizarse en una sociedad socialista.

El buen militante no admite desdoblamiento entre moral pública y la privada y tampoco entre su conducta en el partido y su actuación en actividades no políticas. La conducta en el trabajo, por ejemplo prestigia su actitud de protesta y la rebeldía cuando esta se hace necesaria. La modesta actitud del ejemplo, además de complementar y aportar credibilidad a la práctica. Todo socialista auténtico lo demuestra con su conducta.

A partir de una reflexión clara y periódica, y de una autocrítica, además, individual y desde el alma sobre estos puntos, que perfeccionemos la coherencia entre el pensar, el decir y el hacer, la prédica ganará el respaldo del ejemplo. Una conducta así debe apuntar a la lealtad del decir y el hacer del militante; tanto el militante llano como aquel que ocupa cargos de responsabilidad. No hay una cultura de oposición y una cultura de gobierno, si apuntamos a la verdad sin demagogia. Y no alcanzará una victoria real (un auténtico avance en la conciencia revolucionaria) una organización política que, en su análisis y propuestas prácticas no esté imbuida en una gran fuerza moral (Continuará...).

*Abogado.
jmartoranoster@gmail.com
j_martorano@hotmail.com
juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar


tomado de APORREA.ORG.VE