Porque medito las huellas
Presiento tus palabras de hereje consumido transitar sobre irredentas hojas
Inmaculados pliegues de escindida vida. Dúctil armazón. Inasible recuerdo
Las veo venir horadando versos, inicuamente, transidas de amor
Hasta arrumarse quietas en feérico festín de impronta juvenil
Porque persigo tus pasos sobre la arena
Suelo encontrar los sueños entre perdidas voces y estrellas
abanicando cielos concibiendo raigambres y pupilas enrevesadas
salvia eternidad expansión breve. Subterfugio de longevos poetas
Entre las húmedas hojas se maceran los versos y germinan copiosas
Impredecibles palabras, asediadas olas, inmensidad sostenida
y la evidencia extraviada entre cristales alados, sin estrofas ni fragmentos
hacen pira en silencio sobre mi sienes mis ojos mientras la voz enmudece
y cargada de nubes desaparece… en las sombras