jueves, 12 de noviembre de 2020

HONOR A QUIEN HONOR MERECE

La Insepulta de Paita 

Hay exilios que muerden y otros son como el fuego que consume. Hay dolores de patria muerta que van subiendo desde abajo, desde los pies y las raíces y de pronto el hombre se ahoga, ya no conoce las espigas, ya se terminó la guitarra, ya no hay aire para esa boca, ya no puede vivir sin tierra y entonces se cae de bruces, no en la tierra, sino en la muerte. Conocí el exilio del canto, y ése si tiene medicina, porque se desangra en el canto, la sangre sale y se hace canto. Y aquel que perdió madre y padre, que perdió también a sus hijos, perdió la puerta de su casa, no tiene nada, ni bandera, ese también anda rodando y a su dolor le pongo nombre y lo guardo en mi caja oscura. Y el exilio del que combate hasta en el sueño, mientras come, mientras no duerme ni come, mientras anda y cuando no anda, y no es el dolor exiliado sino la mano que golpea hasta que las piedras del muro escuchen y caigan y entonces sucede sangre y esto pasa: así es la victoria del hombre. Tomado de: Pablo Neruda, Cantos Ceremoniales

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