sábado, 31 de diciembre de 2011

Hipungo: el amante penitente

Es la voz del amante penitente
la impronta surcando caminos
perdidos en la memoria
el canto que obliga profanar recuerdos
mocedades idas, cambios forzosos,
perceptivos, involuntarios

Es la voz del amor mártir, sacrificado
en aras de un destino ajeno
aquél que reclaman las fatalidades
griegas, el lamento imperceptible
por lo que no pudo ser

Es la voz inmaculada y nostálgica
que emerge cual lis de los pantanos existenciales
reclama el sacrosanto recuerdo del amor
que regresa endulza y suaviza la vida
con su gengimiel errante

Es la voz del cantor que aclara y despierta
la sensibilidad adormecida del alma
trasciende al ser que añora y late silente
que sueña volver en desagravio
a la juventud perdida...a la vida

betina, diciembre 2011

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