Haber es un verbo impersonal. Además de su empleo como auxiliar, el otro uso fundamental de haber es denotar la presencia o existencia de lo designado por el sustantivo que lo acompaña y que va normalmente pospuesto al verbo: Hay alguien esperándote; Había un taxi en la puerta; Mañana no habrá función; Hubo un serio problema.
Como se ve en el primer ejemplo, en este uso, la tercera persona del singular del presente de indicativo adopta la forma especial hay. Esta construcción es heredera de la existente en latín tardío «habere (siempre en tercera persona del singular) + nombre singular o plural en acusativo». Así pues, etimológicamente, esta construcción carece de sujeto; es, por tanto, impersonal y, en consecuencia, el sustantivo pospuesto desempeña la función de complemento directo.
Prueba de su condición de complemento directo es que puede ser sustituido por los pronombres de acusativo lo(s), la(s): Hubo un problema > Lo hubo; No habrá función > No la habrá. Puesto que el sustantivo que aparece en estas construcciones es el complemento directo, el hecho de que dicho sustantivo sea plural no supone que el verbo haya de ir también en plural, ya que la concordancia con el verbo la determina el sujeto, no el complemento directo.
Por consiguiente, en estos casos, lo más apropiado es que el verbo permanezca en singular, y así sucede en el uso culto mayoritario, especialmente en la lengua escrita, tanto en España como en América: «Había muchos libros en aquella casa» (Ocampo, 1988); «Había unos muchachos correteando» (VLlosa, 1977); «Hubo varios heridos graves» (Valladares, 1985); «Habrá muchos muertos» (Chao. 1991).
La misma inmovilidad en singular del verbo conjugado debe producirse en el caso de que haber forme parte de una perífrasis con poder, soler, deber, ir a, etc.: «En torno de una estrella como el Sol puede haber varios planetas» (Claro, 1995); «En esta causa va a haber muchos puntos oscuros» (MtzMediero. 1982). No obstante, la excepcionalidad que supone la existencia de un verbo impersonal transitivo, sumado al influjo de otros verbos que comparten con haber su significado «existencial», como estar, existir, ocurrir, todos ellos verbos personales con sujeto, explica que muchos hablantes interpreten erróneamente el sustantivo que aparece pospuesto al verbo haber como su sujeto y, consecuentemente, coloquen el verbo en tercera persona del plural cuando dicho sustantivo es plural: «Hubieron muchos factores que se opusieron a la realización del proyecto» (Expreso Perú, 22.4.90); «Entre ellos habían dos niñas embarazadas» (Caretas, 1.8.96); incluso se ha llegado al extremo de generar una forma de plural hayan para el presente de indicativo, con el fin de establecer la oposición singular/plural también en este tiempo: «En el centro también hayn cafés» (Medina, 1990).
Paralelamente, se comete también el error de pluralizar el verbo conjugado cuando haber forma parte de una perífrasis: «Dice el ministro que van a haber reuniones con diferentes cancilleres» (Universal, 6.11.96). Aunque es uso muy extendido en el habla informal de muchos países de América y se da también en España, especialmente entre hablantes catalanes, se debe seguir utilizando este verbo como impersonal en la lengua culta formal, de acuerdo con el uso mayoritario entre los escritores de prestigio.
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